No lo invitaron, pero eso no quiere decir que no estuvo ahí.
Banksy nunca ha recibido una invitación formal para participar en la Bienal de Venecia; sin embargo, esto no detuvo al artista de hacer lo suyo.
Venice in Oil es el título del video publicado por Banksy el pasado 22 de mayo. El video con duración de un minuto muestra escenas típicas de la ciudad en la que resaltan los puestos de arte que se encuentran en las calles, entre ellos, un conjunto de cuadros pintados al óleo que juntos forman la imagen de un gran crucero navegando entre las góndolas venecianas. Los turistas miraban y admiraban el grupo de piezas sin percatarse del autor de la obra. Finalmente, el artista “callejero” es corrido de la plaza por la policía.
A pesar de que la pieza fue presentada como un puesto cualquiera de souvenirs y arte tradicional, el tema de la pieza no es sencillo. La llegada de grandes cruceros a esta ciudad está generando un impacto negativo en la infraestructura de los canales y en la biodiversidad local.

La segunda aparición de Banksy fue de una forma más tradicional. El stencil que tardó algunos días en ser autenticado por el artista es una crítica a la situación que viven los refugiados en Europa, especialmente en Italia, donde muchos migrantes han quedado en situación de calle en los últimos meses.

Ver a Banksy como un vendedor de arte callejero o en paredes intervenidas con aerosol no es nada nuevo; lo más interesante de la aparición de estas dos piezas es la conexión que existe entre ellas: por un lado, la latente amenaza ambiental que significan los cruceros en Venecia, misma que hace subir el nivel del agua en los canales y, por otro, el chaleco salvavidas que porta la niña migrante en el esténcil. No cabe duda de que el mensaje de Banksy continúa generando conversaciones y dirigiendo la atención hacia temas sociales y ambientales que muchos prefieren ignorar.
Imágenes de Lapo Simeoni para Juxtapoz