Del graffiti a la ilustración, de la pintura al collage, Rex Branton se traslada de técnica en técnica, siendo él mismo un collage como artista, persona y creador. Gráfica Salvaje es su primera muestra individual expuesta en las vitrinas del metro Salto del Agua de la CDMX, en donde presenta una serie de piezas que se alejan en cierta medida de su producción gráfica habitual. Conversamos brevemente con Rex previo al montaje y nos contó sobre sus inicios, algunas opiniones de la escena actual y lo relacionado con dicha expo.
El medio del graffiti hoy en día se ha hecho –voluntaria o involuntariamente– un espacio en el terreno del arte, y ha llevado a sus exponentes a nuevos sitios para ser percibidos desde otras perspectivas. Sin embargo, no siempre fue así, comenta Rex, perteneciente a una de las generaciones en las que los estigmas relacionados con el mundo del graffiti eran fuertes y tenían una connotación más negativa que la actual.

Rex nos cuenta que hubo una evolución, una popularización del graffiti, y de esta forma surgió el street art, pues permitió que el medio del arte establecido pusiera atención a lo que estaba sucediendo en las calles. Además, el término street art es mucho más amable que llamarle a alguien “graffitero”; hablar de “artistas” y no de “vándalos” o “vagos” –como en un inicio– aportó una dimensión diferente, aunque en esencia hagan lo mismo: pintar en la calle.
Esta nueva aceptación que se ha dado de forma paulatina hasta llegar al boom actual ha permitido una apertura a diversas lecturas sobre el graffiti: “Yo vengo de la vieja escuela, con las reglas gringas: mi crew, sólo letras, todo ilegal, etc. Al principio fue difícil abrirme a nuevos términos. Si eres grafitero, perteneces a un mundo, a un círculo, a una escena… y esto lo puedes llevar hasta una forma de vida. Es como una tribu urbana [risas]”.
“No conocía a nadie del graffiti; sólo lo veía en las calles y me imaginaba cómo serían los que lo hacían; los JS, YORK… pensaba que eran cholos, raperos y bien locotes, pero conforme los fui conociendo me di cuenta de que eran tipos normales con las mismas dudas que yo tenía”.

Sin embargo, no todo lo que está en la calle es graffiti, nos comenta Rex. “Hay cartel, stickers… pero en términos ortodoxos, el graffiti son rayones rápidos con aerosol, o al menos eso creía antes; ahora lo veo más como una técnica que se reduce a usar aerosol en la pared, la forma es lo que puede variar, pero el graffiti no deja de ser una técnica; si es arte o no, eso depende de cada quién como lo interprete”.
Para Rex, el arte es una expresión racional en la que te concentras para lograr algo estético en función de una percepción personal. Al principio su idea no era hacer arte, pero eso ha ido mutando a lo largo de prácticamente 15 años que lleva de carrera, que bien podría dividir en periodos de cinco años, en los que iban cambiando sus definiciones.

Al inicio era muy rebelde y estaba en constante búsqueda; después, al estudiar arte, comenzó una etapa de querer alejarse de lo que conocía como graffiti para hacer arte más formal. Ahora en una reflexión y un análisis retrospectivo, ha tomado los principios de su gráfica bajo técnicas y argumentos más conscientes en línea con sus inquietudes personales más allá de modas o reglas establecidas.
“Vengo del momento en el que no había espacios y el objetivo era hacernos de algunos, pero ahora con el auge de la modernidad hay tanto espacios como plataformas; a mí me agrada, porque se ha comercializado al grado de que su esencia más salvaje se ha normalizado”.
Cuando habla de las piezas que preparó para la expo, menciona que la misma experiencia que le han dado los años le permitió sentirse seguro de experimentar con nuevas formas y soportes. “El caos me puede llevar a buenos resultados y el collage fue una manera de ejemplificarlo. Las piezas de la muestra nacieron de una motivación de monografías que encontré de mis años de escuela; mi mamá guardó los sobrantes en una caja y cuando las encontré me dió mucha nostalgia, quise hacer algo que les diera más valor y éste fue el resultado. En el momento de crear, más que pensar en un buen dibujo, siempre he procurado tener un ‘orden sobre mi desorden’ perfectamente desalineado”.
En total es una serie de 11 piezas de collage con monografías y otros objetos, pero decidió montar sólo la mitad en gran formato bajo un acabado de resina y complementar con otras pinturas. Las piezas apelan mucho a la mexicanidad, remiten a recuerdos de una generación que referencia su educación con estas imágenes que Rex trabajó meticulosamente para apropiárselas con combinaciones particulares, pero sin abandonar la esencia de la gráfica original.
Al conversar sobre el graffiti en espacios de exposición, nos explica que para él es un paradigma que se ha desplomado, y menciona que le entusiasma el hecho de compartir con gente que se toma el tiempo de ir a una exposición, escuchar qué piensan y comentarlo con otros colegas. Existen personas aún muy renuentes que se quedan en el purismo, pero a su parecer esto tiene cierta subjetividad, pues no lo desvincula de la escena del graffiti, simplemente es otro aspecto de lo que le gusta hacer.
“No quiero que sea lógico el recurso del graffiti; los graffitis me gusta pintarlos en la calle, no en cuadros; es la esencia de la forma y de la técnica, pero no significa que si hago otras piezas tenga que ser lo mismo que hago en la calle”.
Para Rex es muy emocionante la idea de presentar su obra en el metro por la afluencia de visitantes y porque muestra algo que llama la atención; además, comparte que le da curiosidad si lo van a disfrutar o a criticar, aunque, a final de cuentas, ésa es la idea: generar una opinión.
La exposición estará montada a partir del 23 de abril hasta el 23 de junio de 2019. Visítala y sigue a Rex para conocer sus próximos proyectos.
Por: Alberto Ruiz