¿Cómo definir en una palabra la manera en la que nuestra sociedad se expresa? La respuesta es: memes. ¿Qué es un meme? Según la RAE es un “rasgo cultural o de conducta que se transmite por imitación de persona a persona o de generación en generación” e “imagen, video o texto, por lo general distorsionado con fines caricaturescos, que se difunde principalmente a través de internet”. Las temáticas que aborda son miles, pueden ser locales o globales, y siempre van a estar relacionadas con la tendencia sociocultural del momento.
Como dice la definición, las plataformas convencionales para su difusión son las redes sociales, pero a partir de hace unos años comenzaron a publicarse en formatos más grandes y en un medio más tangible: las calles. El artista australiano Lushsux ha sido reconocido por intervenir muros en varias partes del mundo con memes, y éstos pueden o no estar relacionados con el contexto social de la locación y se han hecho virales por la crudeza de los mensajes que ofrecen.
Como se ha mencionado en notas anteriores, y como se sabe perfectamente, el street art es una narrativa visual que nos saca de lo cotidiano y capta nuestra atención a partir de grandes formatos coloridos en espacios públicos. Estamos acostumbrados a intervenciones poéticas y estéticamente agradables a la vista, y en los últimos años se han impulsado tanto que ya es común transitar y construir historias con ellas. Una gran mayoría de estos trabajos tiene relación con el lugar donde se encuentran a partir de detalles y elementos mezclados con el estilo personal del artista. Sin embargo, los mensajes y las historias son impuestas a los transeúntes y a todos aquellos que lo observan, su decodificación puede complicarse por el poco tiempo de contemplación y muchos distractores, y la obra termina reduciéndose a algo “bonito” o “feo”.
Por otro lado, el trabajo del australiano aborda temáticas de la cultura pop global con memes de gran formato. Su medio de difusión son sus propias redes sociales, donde también hace encuestas y recibe propuestas de cuál será su próxima obra. A pesar de esto, siempre ha contado con reacciones negativas que han ocasionado el cierre de su cuenta de Instagram y la petición de borrar o transformar ciertos murales. Las temáticas que aborda son un reflejo del contenido que se encuentra en las redes, y les añade su propia postura frente a ellas con una dosis de sarcasmo. La simpleza en su técnica y la claridad del mensaje facilita su comprensión, además de encontrarse muchas referencias en internet, pero lo que hace voltear la mirada es lo grotesco y cómico de su mensaje. Lo de hoy ya no es crear algo estéticamente bello por predecible; mejor molestar a las masas presentándoles algo real pero que normalmente ven en sus teléfonos.
Hoy en día, la presentación de una obra que reúne elementos identitarios de un área es algo que es entendido por todos aquellos que comprenden las referencias. Nuestra actualidad ya no es sólo local, y estamos en constante contacto con elementos de otras partes del mundo. También estamos acostumbrados a ver piezas que, aunque puedan incomodar, las seguimos considerando bellas y no generan otro tipo de reacción. Lushsux, al trabajar contrario a lo mencionado, se ha convertido en una especie de antihéroe del street art, lo cual lo ha llevado a participar en el Dismaland, Bemusement Park de Banksy y encabezar los titulares de medios importantes por presentar su postura frente a una tendencia.