Pablo Querea nació y creció en Uruapan, Michoacán, un pueblo al sur de Morelia, en donde estudió Artes Visuales, después de haber vivido un tiempo en la Ciudad de México, y una vez más está de regreso en su estado natal. Actualmente trabaja en un campus de la UNAM, donde da clases de dibujo y gráfica.
A diferencia de algunos artistas, Pablo nunca pensó dedicar su vida a las artes visuales, y su familia nunca lo orientó hacia este tipo de actividades; sin embargo, el interés por las humanidades que tuvo durante el bachillerato fue una influencia significativa en el desarrollo de su discurso artístico. Tras cursar dos años de la carrera de Historia, Pablo sintió que faltaba algo, y fue así como se acercó a la producción gráfica.
Los temas sociales que Pablo aborda en su obra tienen que ver con lo que sucede a su alrededor. “Vivo en un estado en el que predomina el narcotráfico, y toda la vida me ha tocado ver cosas de ese tipo”. Tras sondear el lado humano de las personas involucradas en estas actividades, exploró el tema de la pobreza: “La serie se llama Noma, es una enfermedad que da por falta de higiene y desnutrición […] y ese tipo de elementos los he ido utilizando en mi obra”.
Después de adentrarse en temas como la política, pobreza y violencia, actualmente la obra de Pablo Querea es completamente autorreferencial, pues explora conflictos internos acerca de la identidad y la existencia, e intenta responder esos grandes cuestionamientos a través de series como Bruxismo. “Busco hacer una reinterpretación del otro a través de lo que yo pienso”.
La muestra hace referencia a la ansiedad, la angustia y el dolor, y casualmente es una serie que le ha tomado tiempo en completar.
“Decidí llamarla Bruxismo porque estábamos buscando una palabra que englobara las intenciones que tengo sobre esta investigación que tiene que ver con el dolor y la angustia; sin embargo, no queríamos llamarla de forma literal, por ejemplo, Dolor o Angustia”. El nombre de la muestra fue un trabajo en conjunto con Panteón, y fue así como llegaron a este concepto.
“Más allá del nombre de la muestra, la serie habla sobre lo humano; no me interesa lo narrativo en lo visual, trato de suprimir por completo los entornos y hago representaciones no del retrato de una persona en específico, pues ninguno de los personajes representados es una persona en particular […] son retratos de la psique”. Por este motivo podemos observar que en la mayoría de las piezas falta un elemento como boca, nariz, ojos; más allá del simple hecho de la deformación, el interés de Pablo reside en proyectar sentimientos de angustia, miedo, ansiedad y dolor.
Estos reflejos gráficos de la mente del artista están representados en tinta sobre papel, técnica que Pablo adoptó desde 2013, y este año quiso retomarla por la experiencia que tuvo: “La serie se llamaba Automatismos, y quise rescatar también esa parte, pues me convertí en un autómata para sacar esas ideas a través de la tinta como reflexión: la tinta china tiene mucha expresividad y cualidades técnicas para que el dibujo quede bien elaborado y permita hacerlo de manera veloz”.
Más que una serie, Bruxismo es una investigación de vida para Pablo Querea. “Es un formato que me gusta y con el que siento que hay inmediatez con mis ideas. Estos retratos de 15×15 cms. van a ser eternos y mientras yo viva voy a seguir haciéndolos”.
Te invitamos a conocer esta serie en Panteón, con acceso libre del 16 de mayo al 14 de julio